Debemos saber que el aparato extensor es lo que nos permite estirar la rodilla y, por tanto, mantenernos en pie y caminar. Está formado por el músculo cuádriceps con su inserción rotuliana mediante el tendón cuadricipital, la rótula y la expansión hacia la tibia en forma de tendón o ligamento rotuliano. Hablaremos de patologías, muy frecuentes, del aparato extensor alrededor de al rodilla tanto en adultos (tendinitis del cuadricipital, condomalacia-luxación rotuliana y tendinitis del rotuliano) como en niños (síndrome de Osgood-Schlatter y síndrome de Sinding Larsen Johansson). Además, estructuras periféricas que pueden generar dolor como la Hoffitis o inflamación de la grasa de Hoffa y las Bursitis (prerrotuliana, infrarrotuliana profunda y pretibial o infrarrotuliana superficial, denominada también “bursitis o rodilla de la beata”).